lunes, 17 de diciembre de 2007

Con la palanqueta bajo el brazo...

Tengo un amigo noájida al que quiero mucho. Tiene un problema médico que hace casi imposible que pueda tener hijos. Con su señora han buscado la ayuda médica del mejor nivel. No han escatimado recursos económicos pero el retoño sigue sin llegar...

Han elevado las mil y un plegarias. Y están dispuestos a más...

Pero a mi amigo le quiero decir que las plegarias no sirven de mucho si no hacemos primero lo que nos corresponde hacer.

¿Para qué quieres mi amigo tener un hijo? Sinceramente, ¿es para sentirte feliz junto con tu esposa? Si con el corazón en la mano respondes afirmativamente, estás apuntando en falso. Enseñan los Sabios de Israel que "no se da porque se quiere sino que se quiere porque se da". La razón para querer tener un hijo es para dar. Para dar cobijo, protección, alimento, apoyo, etc. en una palabra para darle un hogar.

¿Es indispensable que sea de tu "sangre"? Si tu motivación es realmente dar y está claro que haz intentado muchas alternativas de lo que provée la ciencia, empieza a hacer algo diferente. ¿Por qué no consideras adoptar?

Padre es quien provée a un niño lo que necesita y lo guía en la vida.

Te voy a comentar lo que vi en una pareja que vive en mi ciudad, allá en Ecuador. No saben de las Siete Leyes, pero son muy buenas personas. No quiero decir que lo que pasó con esta pareja vaya a sucederles a ti y a tu esposa, pero reflexiona sobre ello.

Esta pareja también tenía dificultades para engendrar. Hasta donde yo sé, ambos tenían problemas médicos. No tenían dinero como para costear siquiera la consulta médica con uno de los especialistas. Rezaron y rezaron y siguieron las sugerencias de un médico amigo que no les cobraba.

Y nada.

Después de varios años decidieron no esperar más y pasaron a la acción. Fueron a un orfanatorio y aplicaron como candidatos para adoptar un niño. Dios los bendijo. En corto lapso recibieron luz verde del Estado: llevaron a un nene de pocos días y que había sido abandonado a su hogar. Este era un período de prueba - un par de meses - en que la agencia de gobierno vigila como van las cosas para eventualmente conceder la adopción definitiva.

Antes de que termine este período de prueba, la señora empezó a sentirse muy mal de salud. Cuando acudieron al médico amigo, y después de unos exámenes, vino la noticia: estaba embarazada.

De la agencia del gobierno le dijeron que, puesto que estaba superada la imposibilidad de tener hijos, la pareja podría retractarse de la adopción que habían solicitado. Pero se negaron, decidieron adoptar al niño definitivamente.

Estuve muchos años fuera de Ecuador. Hace poco que fui, me fijé en el negocio que tenía esta pareja hace años. Ya no estaba ahí. Lo había reemplazado una cadena de servicios en el mismo rubro que antes. La cadena es de la pareja.

Y hasta donde sé tienen ahora cuatro niños, dos de ellos via adopción...

Piénsalo mi amigo. Puedes cambiar un universo entero.

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Sobre el autor: El Dr. J. Mayorga es Matemático de profesión, Suma Quan Laude y mejor graduado de su promoción en Escuela Politécnica Nacional - Ecuador. Obtuvo su Doctorado en Ciencias de la Ingeniería (Mención en Modelamiento Matemático) en Universidad de Chile - Chile. Su trabajo de investigación tiene que ver con métodos matemáticos de la Mecánica Cuántica. Ha sido Representante en Chile y Coordinador Internacional de Fundación Luz de Vida, creada con el propósito de promover entre los hispanoparlantes la observancia de las Siete Leyes Universales, herencia de las naciones de acuerdo con la tradición judía. Ha traducido del inglés al español "Los Siete Colores del Arco Iris" (Y. Bindman), "El Camino del Gentil Justo" (Ch. Clorfene & Y. Rogalsky) y "¿El Verdadero Mesías?" (A. Kaplan).

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